jueves, 11 de febrero de 2010

AFORO COMPLETO


Éxito en las primeras Jornadas de Comunicación Corporativa de la Universidad Carlos III de Madrid

Lorena Blanco Marchante. Madrid


El Aula Magna de la Universidad Carlos III de Madrid iba llenándose cada vez más a lo largo de la mañana. Desde primera hora, los twitteros no paraban de enviar post comentando cómo se iba desarrollando la jornada, las intervenciones (a cada cual mejor comentaban), y era como estar viviendo una experiencia completamente innovadora, gracias a una nueva forma de vivir la comunicación y todo lo que ésta entraña. Las redes sociales y sobre todo la Web 2.0 forma parte de nuestra vida y hoy lo hemos vivido en nuestra piel.

Gracias no sólo a las ponencias de los invitados, de los que luego hablaremos, sino al seguimiento de la jornada en los blogs, twitters y demás redes sociales, tan fundamentales e imprescindibles hoy en día hemos podido vivir este encuentro universitario más allá de los muros de esta facultad. Esto ha permitido transmitir al resto del mundo las experiencias, enfoques, opiniones, aciertos y desaciertos a los que físicamente no podían estar allí gracias a la gran interactividad y a la ruptura de la comunicación tradicional. Hoy en día lo instantáneo es lo que prima, ya no hay que guardarse la información para mañana, hay que comunicarla en el momento, porque la forma de manejar las fuentes ha cambiado y no sólo en el mundo editorial, sino en todos los sectores e industrias.

La mañana avanza y las ponencias se van sucediendo unas tras otra. Todas en torno a la evolución del mundo de la comunicación corporativa, de la exigencia de ser visibles en la red, de la evolución de Internet y del gran salto a la red, más bien a las comunidades y redes sociales, que han tenido que dar todos los sectores que hoy querían tener alguna oportunidad de futuro, de subsistencia. Tener presencia, ser visibles y darles a los usuarios lo que ya demandan es fundamental para no desaparecer como empresa, como medio, incluso como comunicador individual, hoy ser anónimos ya no “se lleva”. Lo que prima hoy es crearse una buena marca, una buena reputación on-line no sólo si formas parte o diriges una empresa, sino también si quieres tener posibilidades a nivel individual.
Poco a poco, nuestras cabezas, las de los allí presentes en la sala (que se debaten entre escuchar y dejarse llevar por los conferenciantes o tomar apuntes con los que luego rememorar esta crónica), se llenan de nuevos conceptos que surgen con cada conferencia: comunity manager, reputación on-line, marca personal, monitorización de la presencia on-line, etc., esperando ser comprendidos y aprehendidos a lo largo de estas jornadas de comunicación 2.0, porque aquí están las respuestas a muchos sectores profesionales y al futuro de las relaciones personales internas y externas, corporativas o no corporativas.
Y es que el mundo de la comunicación está cambiando a pasos agigantados. Los roles han cambiado, la forma de comunicarse, de conversar, de trabajar los mensajes, los canales en los que se envían y el tiempo adecuado de respuesta en ese o en otros canales poco tienen que ver con los de nuestros abuelos. O incluso nuestros padres.
Tras un breve inmersión mundo de la Web 2.0, podemos observar fácilmente como la comunicación tradicional, unidireccional que diríamos, esa en la que el emisor comunica y el receptor recibe, propia del ciudadano tradicional o anterior a la revolución de internet en los años noventa, y de las redes sociales apenas hace unos años, ya es pasado. Ahora no podemos perder de vista la bidireccionalidad de la comunicación, principalmente en las redes sociales.
Claudio Bravo, responsable de Bytepr.com, nos ha querido resaltar precisamente eso, como las opiniones, comentarios y demás interactuaciones de los usuarios de la red influyen a la hora de tomar decisiones o comprar, en este caso enfocado al sector del turismo. La importancia de las valoraciones de los clientes de nuestros productos, porque de ello dependerá que nuestro crecimiento económico sea exponencial o muy al contrario termine afectándonos muy negativamente. Por ello es fundamental que las empresas escuchen lo que de ellas se dice, porque eso puede ayudarnos a mejorar y ser más competitivos. Hacer oídos sordos es justamente lo que más daño puede hacernos, porque la tendencia de los usuarios en estas comunidades es a compartir antes las experiencias negativas que las positivas. ¿Quién no ha descartado un hotel por comentarios en la red? Precisamente por esto si conseguimos mejorar nuestros fallos, mejorará también nuestra reputación on-line, que se verá reforzada y con ello nuestro producto, nuestra credibilidad y nuestra imagen.


Carlos Hernández, Gerente y Responsable de Nuevas Tecnologías de Hosteltur destaca por su parte que los medios como los sectores se han visto obligados a evolucionar al 2.0 e innovar en sus sectores si no querían desaparecer. Porque la última iniciativa surgida que refuerza esta idea es la de las redes sociales, que han cambiado el concepto de comunicación hasta el punto de que ahora el lector es el que tiene la sartén por el mango, éste es el que decide qué publicar y qué destacar y lo que interesa es estar donde esté el cliente e ir hacia donde él vaya porque son millones de personas los que se mueven en estas comunidades.


Más de 400 millones de usuarios de Facebook, 1.300 millones de enlaces en twitter o más de 1 millón de blogs creados al día en todo el mundo. Y en concreto en el sector turismo para el que él trabaja nos cuenta como más de 150 millones de usuarios están suscritos o son habituales a portales turísticos que a su vez hacen de comunity manager, por mucho que nos empeñemos en impedirlo, ellos con sus valoraciones, opiniones y comentarios provocan unas reacciones e influencian determinadas decisiones en los demás usuarios que esperan recibir la confirmación o desechar las opciones que se habían planteado.
Son, desde luego, datos más que de sobra estos para demostrar la necesidad salvaje de comunicación que hay, concluye Carlos.

Llegamos al final de la mañana en estas jornadas y Juli Fernández, responsable de Turismo Madrid, pone el broche con una conferencia muy clara y fresca con numerosos ejemplos osbre la forma de responder a determinados mensajes que puedan afectar negativamente a nuestra empresa. Trabajando respuestas adecuadas, en el canal adecuado y en el tiempo correcto. Es decir trabajar las respuestas a estos mensajes en el mismo canal que se recibió sin caer en el error de responder off-line a mensajes recibidos on-line, pone como ejemplo. Ni tampoco responder 3 meses después de que se haya hecho la campaña de desprestigio contra nuestra empresa, porque ya no sirve de nada.
Porque el trabajo de las compañías, empresas, sectores, da igual, en materia de relaciones públicas ha cambiado, ahora son los clientes los que puedan ser sus mejores o peores relaciones de cara a la imagen que quieran mostrar.

Y para que esto surta efecto lo mejor es rodearse de los mejores profesionales para llevar a cabo una política de comunicación acorde con las exigencias actuales de visibilidad, credibilidad, buena reputación y sobre todo recomendación.

Esto se facilita bastante si la navegabilidad de nuestra página es sencilla, accesible y crece en relación con los comentarios, recomendaciones y opiniones de nuestros usuarios así poner en marcha la estrategia comunicativa y empresarial del método AÍDA (atención, interés, deseo acción), del que nos habla Juli, será mucho más sencillo y revertirá en grandes beneficios para la marca, el sector o la empresa para la que estemos trabajando. Porque, concluye, los contenidos siguen siendo el rey de las páginas, pero los links hoy son la reina de esta partida de ajedrez, en la que al final lo que buscamos es la recomendación, la acción que dirija la atención de los navegantes hacia nosotros. Cómprame, sí, pero sobre todo, recomiéndame.


Paramos para comer, y la sala se llena de aplausos. La jornada ha sido todo un éxito y twitter se llena de post felicitando a los ponentes y aplaudiendo la iniciativa de la universidad e instando a las demás a seguir su ejemplo. Que así sea